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Mostrando entradas de marzo, 2011

¿TUS HIJOS-AS SE SIENTEN FELICES O ANGUSTIADOS DE EMPEZAR EL COLEGIO?

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Estamos en época de matrículas escolares, compras de útiles y uniformes, búsqueda de colegios o nidos en muchos casos y así, un sinfín de actividades más, que envuelven a todos los miembros de un hogar que tiene chicos/as en edad escolar. Hoy hablaremos del inicio del año escolar, que generalmente afecta de forma particular a los pequeños de la casa. Más aún los que por primera vez pisan un aula de clases. Pero aun así, sean un poco más grandecitos y en grados mayores también puede generar mucha ansiedad este inicio de clases. Los/as niños/as pueden reaccionar de formas totalmente diferentes en su primer día de clases, mientras unos llegan entusiasmados muchos otros lo hacen asustados e inseguros. Su reacción depende de su personalidad, la actitud de los profesores, pero principalmente la de los padres. El primer día debe ser tomado con tranquilidad sin convertirlo en un gran evento porque puede generar ansiedad y presión en el pequeño. Los papás siempre debemos asegurarle a nuestro h

LOS MIEDOS DE LOS NIÑOS-AS

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Desde temprana edad los niños-as, suelen presentar diferentes tipos de temores o miedos. Cada vez que el niño-a tenga miedo por las noches deberemos ocuparnos de él (padre, madre o ambos) al día siguiente con especial intensidad. Cuando llegue el momento de ir a la cama sentarnos a su lado, contarle algún cuento , acariciarle la frente y las cejas. Al cabo de tres a cinco minutos se relajará y dormirá tranquilamente. Este proceder es lo mismo para dos, cuatro, siete o nueve años. En cuanto a permanecer solo en casa será un aprendizaje paulatino y formará parte de su independencia. Hay que acostumbrar a los niños-as a realizar siempre las mismas rutinas de conducta antes de acostarse para adquirir hábitos saludables: 1.     La hora de acostarse debe ser siempre la misma y sobre todo temprana para poder descansar ampliamente y adquirir un hábito de sueño saludable. 2.     Debe orinar y evacuar antes de irse a la cama. 3.     Haber sido bien alimentado para no experimentar hambre o se