AYUDA A CONTROLAR LA FRUSTRACIÓN DE TUS HIJOS
La frustración es una sensación muy común que todos hemos experimentado alguna vez y que puede llegar a controlar nuestra conducta y nos hace abandonar las metas y puede tener graves consecuencias como la depresión o la soledad. Es muy importante enseñar a los niños a controlar la frustración, ya que a lo largo de la vida encontraran diversas situaciones que les pueden llevar a experimentar esta sensación.
¿Cómo entender a un hijo frustrado?
La frustración es una sensación desagradable una mezcla de pena, enfado y decepción que aparece cuando la persona espera algo y esto no sucede, cuando no se cumplen las propias expectativas por la razón que sea.
Los niños viven muy intensamente las emociones y su pensamiento es egocéntrico por lo que tienden a verse como el centro del universo y normalmente viven frustraciones muy intensas cuando las cosas no son como ellos quieren o como ellos esperaban. Para un niño, que tienen una vivencia emocional de gran intensidad, y apenas tienen recursos, puede ser complicado controlar la frustración. Su malestar puede llegar a ser muy intenso y no pueden controlar las sensaciones, por eso es habitual que desarrollen conductas poco adaptativas, como rabietas, lanzar objetos, abandonar sus metas, etc. Todo ello si se extiende a las diferentes etapas del desarrollo, puede tener graves consecuencias, afectando a sus interacciones sociales, llegando a experimentar soledad, e incluso depresión.
No obstante, como padres y educadores es esencial entender a un hijo frustrado y tener paciencia, solo así podremos activar recursos para que poco a poco desarrollen sus estrategias y lleguen a controlar las sensaciones asociadas a los logros no alcanzados.
Conoce a fondo los motivos de la frustración de tu hijo
La frustración es una sensación natural en las personas que ocurre en muchas y diversas situaciones.
Para los padres el primer paso consiste en conocer el motivo de la frustración de los hijos, saber qué es lo que la provoca, es de gran utilidad para entender mejor al niño y poder ayudarle a que aprenda a superar su frustración.
Son diferentes los motivos por los que un niño puede sentirse frustrado, todos ellos tienen en común los logros no alcanzados o expectativas.
- Frustración provocada por no poder hacer algo. En este caso la frustración es provocada por una norma, normalmente impuesta por el adulto. El niño está desarrollando su autonomía , está descubriendo todo lo que puede hacer y querrá explorar nuevas posibilidades, además de conseguir lo que se le antoje. Los adultos han de poner límites al niño y decirle que no en algunas ocasiones.
- Frustraciones en el seno de la interacción social. En otras ocasiones el motivo de la frustración puede estar relacionado con la interacción con otros niños, cuando nos relacionamos tenemos que contar con otras personas, y las cosas no siempre salen como nos gustaría. Es normal que aparezcan conflictos y que el niño experimente cierta frustración.
- Frustraciones provocadas por un objeto. Otro tipo común de frustraciones vienen provocadas por querer algún objeto que no siempre se puede conseguir.
5 Consejos útiles para ayudar a controlar la frustración de los hijos
- Evita la sobreprotección y la permisividad. La frustración es algo natural en las personas, es normal que los niños experimenten frustración en determinadas ocasiones y debemos dejar que así sea para que poco a poco aprendan a tolerarla.
- Educa con tu ejemplo, y afronta tus frustraciones con estrategias adecuadas.
- Enséñale a tener una visión menos dramática de los fracasos, muéstrale que pueden ser positivos, y que se puede aprender de ellos. Una visión constructiva del fracaso, les ayudará a afrontar la frustración de manera positiva.
- Enséñale a aceptar las situaciones y ser perseverante para lograr sus objetivos.
- Presta atención a sus emociones y edúcales para que las puedan identificar y comprender.
