CÓMO DIVORCIARSE SIN AFECTAR A LOS HIJOS

Esos frutos siempre hermosos del
amor que en un momento existió, pueden encontrar que, de pronto, su hogar ha
quedado roto y sufren las disputas de sus padres, las frases hirientes, el
ambiente hostil, las divisiones de bienes y la separación, a la par que
aprenden conductas poco constructivas que podrían comprometerles su futuro.
Los hijos en medio de la
ruptura de la pareja
Quizás a estas alturas del siglo
XXI estamos siendo testigos de una modificación de los modelos de familia tal
cual los heredamos. Quizás los matrimonios ya no sean más "hasta que la
muerte los separe", pero más allá de predicciones y vaticinios, las
rupturas matrimoniales traumáticas dejan alarmantes secuelas en
los hijos que nada tienen que ver con proyecciones o especulaciones
sociológicas.
Otra de las circunstancias que se
deben evitar a toda costa, es discutir sobre el divorcio delante de los
pequeños. Se ha comprobado que muchos niños terminan culpándose de la
separación de sus padres con las impredecibles secuelas que esto provoca en su
autoestima y en su equilibrio psicológico. Se recomienda abordar con
ellos las causas que motivaron la separación, de que manera que
entiendan que el derecho a la felicidad sobre el que se sustenta el divorcio,
nada tiene que ver con el amor materno o paterno.
Pero prudencia con precipitar la
entrada de los pequeños en una nueva familia: antes de presentarles a una
pareja, es preciso saber que el pequeño tiene la capacidad de asimilar esa
relación. Una vez consumado el divorcio, es preciso librarse de odios, rencores
y resentimientos, más aún para con los hijos. Resulta imperdonable condenarlos
al abandono afectivo con tal de evitar los encuentros con la ex pareja. Es
importante que, por difícil que sea la ruptura, el vínculo
padre-hijo no sufra más de lo que la propia separación implique. Ese
vínculo, a fin de cuentas, sí es para toda la vida.
Nada justifica convertir a los
pequeños en espías que informen qué hace la otra parte, ni en rehenes del
cariño para conseguir una negociación ventajosa. En caso de ser preciso
establecer un régimen de visitas, no se debe perder la perspectiva de que la
prioridad es satisfacer la necesidad de compartir juntos, hijo y progenitor,
sin hacer de esto un mecanismo de sanción. Algunos estudios aseguran que el
divorcio figura entre las causas de stress más intensa que afecta a la infancia
y que esta situación puede generar por sí misma ansiedad,
miedo, inseguridad,
sentimientos ambivalentes y diferentes trastornos de conducta.
De modo que si tienes conflictos en su matrimonio y el
divorcio es inminente o, al menos, es una de las soluciones posibles, no
olvides que:
1. Los hijos no son culpables de los conflictos matrimoniales y no deben pagar los errores de sus padres.
2. A pesar de la distancia, ellos deben saber que contarán con el cariño y apoyo de ambos padres como si nada hubiera pasado.
3. El bienestar, la seguridad y la salud de los hijos bien merecen dejar a un lado rencores, deseos de venganza, odio... Es tu opción hacer que prevalezca un ambiente amistoso en la separación.
1. Los hijos no son culpables de los conflictos matrimoniales y no deben pagar los errores de sus padres.
2. A pesar de la distancia, ellos deben saber que contarán con el cariño y apoyo de ambos padres como si nada hubiera pasado.
3. El bienestar, la seguridad y la salud de los hijos bien merecen dejar a un lado rencores, deseos de venganza, odio... Es tu opción hacer que prevalezca un ambiente amistoso en la separación.