Los cuentos estimulan el desarrollo del cerebro de los niños

El cerebro infantil se
desarrolla con la lectura de cuentos
Siempre me ha gustado leer cuentos a mis hijos, contarles historias de cuando yo era
pequeña, cómo me sorprendía con los refranes que me contaba mi abuela,
enseñarles como se hacía esto o lo otro, mostrarles cosas curiosas... Siempre
me ha divertido sentarme en la alfombra y jugar a cualquier cosa con los niños,
lo hemos hecho todos juntos, sobre todo, los fines de semana y hemos pasado
ratos realmente divertidos. Lo más curioso es que esto que parece una cosa
natural que muchos padres hacemos con los niños porque nos sale del corazón,
les pueda enriquecer tanto.
La estimulación temprana que los padres hacemos con
nuestros hijos les ayuda a establecer un mayor número de interconexiones
neuronales en el cerebro de los niños. La lectura de cuentos a edades muy
tempranas, así como el juego con juguetes educativos, influyen en el
crecimiento de su cerebro, según ha revelado un estudio de la Universidad de
Pennsylvania (EEUU) en la Reunión Anual de la Sociedad de Neurociencia.
Y es que para que los niños
sean más listos, la estimulación es
fundamental. Estos investigadores han demostrado que existe un periodo
extremadamente sensitivo en la infancia, durante el cual el desarrollo del
cerebro está fuertemente influido por los factores ambientales.
Pero, ¿cómo funciona este
mecanismo cerebral? Cuando el cerebro se desarrolla siempre produce más
conexiones neuronales de las necesarias. Pero con el paso del tiempo, estas
conexiones neuronales que no han sido efectivas a través de la experiencia se
consideran como "sobrantes" y se van eliminando en un proceso que se
llama "poda sináptica". La poda sináptica reduce el grosor de la
corteza cerebral y hace que el procesamiento de la información sea mucho más eficiente.
De manera que la estimulación temprana que los padres
realizamos con los niños leyéndoles cuentos, contándoles historias, jugando con ellos... influyen de manera determinante en la
formación de la estructura de su cerebro. Este estudio demuestra que la estimulación cognitiva a edades tempranas conduce a cambios en
el grosor de la corteza cerebral.