Cómo resolver los conflictos en familia ?
Los conflictos se crean cuando dos o más personas tienen objetivos distintos, contrapuestos, y que por tanto chocan entre sí. Puede ocurrir entre padres e hijos, entre papá y mamá, entre los hermanos, entre tu peque y algún amiguito/a…
Saber gestionar los conflictos para resolverlos de una forma satisfactoria para ambas partes es imprescindible. De otra manera, siempre habrá una de las partes, o incluso las dos, que saldrán perdiendo. A veces parece imposible que ambos ganen, pero con una actitud colaborativa y buscando acuerdos, casi siempre es posible.
Eso sí, debemos estar dispuestos a ceder un poco en nuestros objetivos y tener la empatía suficiente para entender que las necesidades de la otra persona son tan importantes como las propias.
Para poder gestionar correctamente un conflicto, primero es necesario analizarlo con atención y hacerlo conjuntamente los representantes de cada posición.
- Qué intereses y necesidades tiene cada uno?
- Qué sentimientos tiene cada uno respecto a esas necesidades, y respecto al conflicto actual?
- Qué posibles soluciones podríamos encontrar?
- Qué ventajas y qué inconvenientes tendría cada una de las soluciones propuestas?
- De todas las propuestas, cuál es la mejor? Estamos las dos partes dispuestas a ponerlo en práctica y valorar si funciona?
Cómo resolver conflictos en familia, caso práctico
Pablo, de 7 años, quiere jugar con sus coches hasta la hora de cenar y cada tarde se enfada con su mamá, Lucía, cuando ella le dice que es hora de ir a ducharse. Se ha convertido en un conflicto que cada tarde les enfrenta, así que Lucía decide buscar la manera de solucionarlo. Le dice a Pablo que se sienten un momento y hablen sobre este problema.
- Análisis del conflicto y de la posición de cada parte: Lucía quiere que su hijo se asee cada tarde porque valora mucho la higiene, sabe que es bueno para él y además sabe que eso le relaja y hace que el momento de la cena sea más tranquilo y duerma mejor por la noche (intereses y necesidades de Lucía). En cambio, Pablo quiere jugar todo el rato con sus coches, ha preparado un escenario súper divertido y cuando llega la hora del baño justo empieza a divertirse de verdad. No le da demasiada importancia a la higiene, él sólo quiere jugar (intereses y necesidades de Pablo).
- Sentimientos: Lucía se siente frustrada cada tarde, porque ha intentado convencerlo de todas las maneras que se le han ocurrido y no hay manera de lograrlo sin gritos ni enfados. Pablo se siente disgustado y rabioso, porque no hay manera de que su mamá le deje jugar en paz.
- Posibles soluciones: cada uno va diciendo una posibilidad y Lucía las anota todas, sin importar que algunas sean imposibles o inapropiadas. Eso lo juzgarán después.
- Ducharse un día sí y otro no
- Ducharse antes de jugar
- Llevarse algunos coches al baño para seguir jugando mientras se ducha
- etc
- Ventajas e inconvenientes:
- Si sólo se ducha un día sí y otro no, habrá días en que no vaya suficientemente aseado y además estará más nervioso y le costará más dormir. Pero así, Pablo podrá jugar más rato algunos días y los otros aceptará más fácilmente que toca ducharse sin enfadarse.
- Si se ducha antes de jugar, luego no tendrá que interrumpir el juego para ducharse. Pero entonces se puede volver a manchar mientras juega y quizás se enfadará cuando le interrumpa para la cena.
- Si se lleva algunos coches al baño, podrá seguir jugando. Pero puede que sus juguetes se estropeen con el agua y puede ser que el tiempo de ducha se haga demasiado largo, de modo que la rutina de la casa se vea demasiado alterada.
- Elección de la solución: Después de haber pensando en todas las ventajas e inconvenientes, Pablo y Lucía eligen la que les parece mejor. Ambos coinciden en que lo mejor será ducharse un día sí y otro no. Lucía cederá en su objetivo, ya que algunos días Pablo no se duchará, y Pablo cederá en el suyo, ya que algunos días tendrá que interrumpir su juego sin quejarse. Los dos creen que así será más fácil y se comprometen a cumplir su parte del trato durante una semana, para después valorar si ha funcionado y tomar la decisión final.