UTILICE ESTAS FRASES MOTIVADORAS CON SUS HIJOS
Si cada día corregimos 15 veces en negativo a nuestros hijos y les decimos NO otras quince, su saldo positivo en el banco de las emociones será nulo. Sin capital, ¿cómo van a aguantar hasta final de mes? Irán tirando, arrastrándose como puedan, hasta sentirse vacíos y sin fuerzas. O al revés, tan insatisfechos que pueden llegar a explotar.
Ayúdales a que tengan su cuenta corriente emocional rebosante. La vida ya se encargará de nivelar el saldo pero mientras, en casa, que no se te olvide hacer un ingreso diario de 5 frases positivas.
Frases para fomentar en positivo:
La competencia:
- Mira lo que has conseguido. ¡Es fantástico!
- Te está costando pero lo estás haciendo muy bien.
- Parece que disfrutas mucho haciendo eso.
- Te está saliendo muy bien. Sigue así.
- Es cierto que puedes mejorarlo. Sigue practicando y lo conseguirás.
- No me ha gustado lo que has hecho. Sé que lo puedes hacer mejor
- Por supuesto que puedes mejorar. Todavía puedes dar más de ti.
- Tu esfuerzo ha valido la pena.
- Estoy seguro de tu talento. ¡Atrévete!
- ¡Mira lo lejos que has llegado!
- Fíjate en el error e inténtalo de nuevo. Seguro que ahora es más fácil.
- Me gustan tus ideas.
- Seguro que encuentras una solución mejor.
- Inténtalo, no importa si lo consigues o no. Todos nos equivocamos y así aprendemos.
- No opino lo mismo que tú pero te agradezco que me lo digas.
- Dime cuál es tu opinión. Me interesa.
- ¿Qué te parece?
- Esa es una buenísima observación. Gracias.
- Esa pregunta es muy interesante.
- Me gusta que me preguntes cosas.
- Me gusta cómo eres.
- Te quiero, te quiero, te quiero.
- Espero que estés orgulloso de ti mismo.
- Me gustas cuando sonríes.
- Me encanta tu compañía.
- Me gusta ver en lo que te estás convirtiendo.
- No te compares con nadie. No hay nadie como tú.
- No podemos ser buenos en todo. Por eso tenemos nuestros talentos especiales.
- Eres especial, no hay nadie como tú
- Sé que puedo confiar en ti.
- Me has demostrado ser responsable.
- Equivocarse es bueno. Te enseña a mejorar.
- No te lo permito pero te quiero.
- Toma una decisión. Confía en ti mismo
- Gracias por tu ayuda.
- Lo que has hecho ha sido muy importante para mí.
- Yo no lo habría hecho así pero así está perfecto.
- Yo no lo veo de la misma manera. Dime por qué piensas de esta manera.
- Tómate tu tiempo para hacerlo.
- Seguro que entre los dos es más fácil.
- Sé que te cuesta un gran esfuerzo por eso te lo agradezco más.
A todos nos gusta tener nuestras arcas bien llenas. Con la cuenta en el banco cargada nos atrevemos a cualquier cosa: a viajar, a comenzar nuevos proyectos o a soñar.
A nuestros hijos les pasa igual. Solo que en su banco no hay dinero sino emociones. Valoraciones. Seguridad. Y los ingresos o salidas dependen, en muchos casos, de nosotros.