CÓMO AYUDARLOS A SUPERAR EL DUELO A LOS NIÑOS
El duelo es un proceso complicado en niños, aún más en estos días cuando, por desgracia, esta pandemia está dando lugar a la pérdida de muchos seres queridos para los niños, como son sus abuelos. Entender las etapas del duelo, es vital para poder ayudar a nuestros hijos en estas dolorosas despedidas.
La psicóloga Ana María Egido Mendoza que atiende en la zona de Madrid, señala que los niños, ante el duelo se encuentran en una situación compleja y desfavorable, ya que no han desarrollado aún las capacidades que son necesarias para entender este proceso y además, los adultos no suelen estar preparados para ayudarles.
A continuación, podrás conocer algunos aspectos fundamentales a tener en cuenta durante este proceso y etapas del duelo y también, cómo ayudar a los niños a afrontar esta situación correctamente.
El duelo en niños
En un principio cabe mencionar que no todos los procesos de duelos son iguales, de esta manera, es importante ayudar a cada niño según sus necesidades. El duelo suele variar dependiendo de distintos factores.
Entre estos se encuentran, la manera en la que sucedió la muerte y las creencias que se tengan de este suceso. Temperamento, personalidad y tolerancia a la frustración que tenga el niño que atraviesa el duelo. Además de la relación que se haya tenido con la persona que ha fallecido, característica de la familia. Es decir, si luego de la pérdida el pequeño tendrá a una persona con la que pueda apegarse.
Asimismo, los recursos externos como el psicológico y el emocional son totalmente esenciales en este proceso. De igual manera, la forma en que los familiares y personas cercanas afrontan el duelo tendrá gran influencia en el niño.
Etapas del duelo
En cuanto a las fases del duelo, muchos profesionales consideran que son iguales para todos los individuos, tanto adultos como niños. Estas etapas del duelo son:
Shock
También llamado entumecimiento. En esta etapa el niño presenta una gran desesperación ante lo sucedido, además, suele atravesar un proceso de no aceptación y total negación.
Anhelo y búsqueda
Esta fase es caracterizada por sentimientos de melancolía y tristeza. Además, comúnmente se encuentra la búsqueda de la persona que ha fallecido, teniendo una gran cantidad de pensamientos sobre el mismo.
Desesperanza y desorganización
Al atravesar esta etapa, la realidad comienza a establecerse, por lo que, es común tener sentimientos de desesperanza y una gran cantidad de recuerdos sobre momentos que se han compartido con la persona fallecida.
Reorganización
Durante la cuarta y última etapa del proceso de duelo, la persona comienza a experimentar una mejoría en sus días, lidiando de la mejor manera con sus emociones. Asimismo, pueden presentarse alegría y tristeza durante este proceso.
Duelo entre los 4 y 6 años
Durante el duelo en estas edades es común que el niño tenga miedo a morir o incluso a la pérdida. De igual manera, el niño puede pensar que la persona que ha fallecido vuelve a la vida o tener pensamientos irracionales, entre los cuales se encuentra que la muerte puede resultar contagiosa.
Teniendo esta información en cuenta, es posible que durante estas edades el niño pueda hablar sobre el fallecimiento como algo cotidiano, además de actuar como si jugasen con la persona fallecida. Asimismo, en el proceso de duelo en estas edades es fundamental hablar sobre el tema con muchísima constancia. De esta manera, se le permite al niño una mayor comprensión sobre lo sucedido.
Además, cuando se esté conversando del tema es importante evitar completamente expresiones como “se ha ido”, “se durmió y no se va a despertar”, “está de viaje”, entre otros. Estas frases pueden desarrollar en los niños múltiples miedos, tal como miedo de dormir por no poder despertar, entre otros.
Duelo entre los 6 y 10 años
En estas edades, ya el niño cuenta con las habilidades necesarias para comprender la muerte, sin embargo, no se encuentran preparados para reaccionar a ella o incluso afrontarla.
De igual manera, es común que los niños tengan algunas respuestas, entre ellas, culpabilidad, negación, miedo, idealización, vulnerabilidad, buscan a la persona que ha fallecido y también, suelen intentar cubrir alguna de las responsabilidades que llevaba a cabo la persona fallecida.
Duelo entre los 10 y 13 años
En esta etapa, la preocupación que desarrollan los niños sobre el fallecimiento de algún individuo es dependiendo de la manera en que la pérdida de esa persona afecte su vida. Asimismo, también influye mucho la manera en que las personas de su cercanía reaccionen y sufran la pérdida.
Además, debe hablarse con regularidad, resaltando que la muerte es parte de la vida y a pesar que resulta muy dolorosa es posible seguir adelante.
Debemos evitar expresiones como: “Eres el hombre de la casa”, “A esa persona no le gustaría verte triste”, entre otros, debido a que esto generará sentimientos de culpabilidad y responsabilidad, comúnmente afectando al niño negativamente y complicando su proceso de duelo.
