EVITE EL CASTIGO A LOS NIÑOS



Es frecuente pensar que, ante una equivocación, error o falta por parte de un niño, se proceda a ejercer cierto castigo: no jugar a los vídeo juegos, no ver la televisión, no comer postre apetecible, etc. En realidad somos muy propensos a castigar a los niños
Sin embargo, estos castigos no tienen relación con la falta en sí misma. Es decir, el niño que deja de portarse mal, no lo hace, en la mayoría de los casos, porque ha comprendido su error, sino que lo hace por miedo a recibir otro castigo. Esto solamente trae una conducta represiva por miedo pero lejos está el niño de comprender las razones del castigo

Resulta indispensable que le demos la vuelta al castigo y que consigamos que los niños comprendan las verdaderas razones de por qué les estamos corrigiendo y que conozcan con certeza por qué se han equivocado. 
Ads by scrollerads.com

Evitar castigar a los niños ¿Cómo podemos dar vuelta el castigo?

No siempre,  se trata de evitar castigar a los niños, puesto que todo acto negativo o equivocado que realice el niño debe ser corregido. Lo que realmente nos interesa corregir es el modo, las maneras con las que nos enfrentamos a cada situación y  cómo actuar en cada caso para evitar miedo, frustración e inseguridad en nuestros hijos: 
➡️  Busca el origen del mal comportamiento. En otras palabras debemos centrarnos en el niño y no en la conducta equivocada. Resulta indispensable que podamos ver/observar más allá del comportamiento equivocado.
Por ejemplo, si un niño le ha pegado a otro en la escuela, tenemos que observar las razones de porqué ha actuado de manera violenta.
Esto implica no solamente observar la relación entre ambos niños sino observar al niño agresor ya que, muchas veces, este niño lastima a otro puesto que se siente herido o lastimado él mismo (internamente) y busca expresar su enojo golpeando a otros. 
➡️ Darles la posibilidad de que repare o enmiende aquello que ha hecho mal. Muchas veces solemos castigar a los niños pero no les permitimos que ellos se arrepientan y “reparen” el daño ocasionado.
Por ejemplo, si el comportamiento del niño ha sido romper un balón a propósito, no solamente debemos indagar (como hemos dicho en el punto anterior) sobre las razones psíquicas que han desembocado dicho comportamiento, sino que también debemos decirles las razones de porqué su accionar ha sido equivocado y qué comportamiento esperamos de él/ella. 
➡️ No resaltar la crítica en la acción ejercida, sino más bien en la falta de repetición de dicha acción mediante el aprendizaje y la comprensión. 
➡️ Darles la posibilidad de reconocer en qué momento se han equivocado. Para ello es fundamental que les enseñemos a reconocer sus sentimientos y sensaciones. La ira, el enojo, la frustración, la envidia, etc son sentimientos que generan en los niños conductas que luego los adultos castigamos. Pero pocas son las veces que les ayudamos a reconocer qué sentimientos son los que les han llevado a actuar del modo que lo han hecho. Por tanto, los juegos o las prácticas que ayudan a reconocer los propios sentimientos (especialmente los negativos) serán aquellos que nos ayuden a transmitirles el comportamiento que de ellos esperamos.
➡️ El cambio debe basarse en que el niño no se sienta mal sino más bien que se sienta bien y en armonía por haber comprendido su falta e intentar repararla.

Entradas populares de este blog

ENSÉÑALE A TU HIJO A ATARSE LOS CORDONES DE LOS ZAPATOS

¿ Por qué se toca mi niño sus genitales ?

MI HIJO SE TOCA ...