FACTORES ASOCIADOS AL ABUSO SEXUAL INFANTIL
Los niños son seres humanos en desarrollo, por tanto cabe mencionar que a nivel cognoscitivo, motor, sensorial, emocional, social y recreativo se encuentran en proceso de inmadurez; es decir que aún no han llegado a completar los hitos que implica llegar a la edad adulta. Teniendo esto en cuenta, trae ciertas consecuencias tanto positivas como negativas, de acuerdo a cómo sea la interacción en los entornos donde se desenvuelva el niño (a) y las personas que lo conformen. Una de estas repercusiones es el riesgo de ser víctima de abuso sexual infantil, lo cual se puede prevenir si se identifican a tiempo ciertos factores que aumentan esta alarma.
Factores asociados al abuso sexual infantil
Los factores desencadenantes son aquellos que aumentan el riesgo de presentar una condición y/o enfermedad, mencionare a continuación cuales son los que se encuentran asociados al Abuso Sexual Infantil (ASI):
- FACTORES INDIVIDUALES
Son todos aquellos factores propios del niño (a), a nivel emocional, conductual, cognitivo y social. Encontramos: presentar grado de discapacidad, introversión, antecedentes de abuso, déficit en comunicación y resolución de problemas, tendencia a sumisión, déficit en educación sexual, déficit en habilidades de autodefensa, ser hijo no deseado y conductas desadaptativas.
- FACTORES FAMILIARES
Son los que se evidencian a nivel biopsicosocial en cada miembro de la familia, así como en la interacción que tienen entre sí. Algunos de ellos son: presencia de trastornos físicos y/o psíquicos, historia de drogodependencia, familia monoparental, ausencia de vínculos afectivos, familia numerosa, relaciones disfuncionales y pautas de crianza inadecuadas.
- FACTORES SOCIALES, CULTURALES Y/O AMBIENTALES
Son todos los factores inmersos en la comunidad, grupo social o contextos donde se encuentra el niño (a), es decir, costumbres, prácticas, reglas de interacción, etc. En el caso de un menor víctima de abuso sexual infantil pueden ser: aislamiento, baja cobertura a servicios sociales, desempleo, aceptación de castigo corporal, concepción del niño como proyecto de persona (no como una persona); interacción del niño (a) con personas que presenten alguno de los siguientes patrones de conducta: comportamientos confusos, ofrecimiento de regalos al niño, déficit en control de impulsos, dificultad a nivel social, hacinamiento, compartir cama el menor y otra persona, falta de intimidad al momento de asearse y vestirse.
En conclusión, vale la pena que todos los que interactúan con niños: tanto padres, educadores, cuidadores, entre otros asumamos una cultura preventiva frente a problemáticas vigentes como el abuso sexual infantil. Lo cierto es que teniendo presentes estos factores se podrá realizar un trabajo desde que el niño (a) se encuentre en la primera infancia, para que se realice un análisis exhaustivo multinivel (es decir a nivel individual, familiar, social, cultural y ambiental) de cuáles son los aspectos fuertes a mantener, cuáles son los aspectos a mejorar y cuáles son aquellos necesarios a incluir para que el niño (a) sea sano y feliz a lo largo de su desarrollo.
Recordemos que ¡la idea es prevenir y no tener que lamentar!
