DIFERENCIAS ENTRE LA TIMIDEZ Y LA ANSIEDAD SOCIAL EN NIÑOS

Resulta ser completamente lógico y normal que una persona, especialmente los niños, sientan timidez al hablar en público o enfrentarse a situaciones en las cuales son observados por muchas personas. Contrariamente a lo que se cree, esto no se considera ansiedad social. La ansiedad sociales un trastorno que afecta el comportamiento cotidiano (trabajo, escuela o cualquier actividad).Las características principales de la ansiedad social son: el miedo, la ansiedad y la evasión. No obstante, existen algunos rasgos de una persona con ansiedad social que mencionaremos a continuación: 

Ansiedad social, síntomas

1. personas que evitan ser juzgados en público
2. Se sienten angustiados por la simple posibilidad de exponerse a situaciones de humillación
3. Temor o fobia a hablar con personas desconocidas
4. Miedo a que otras personas reconozcan la propia timidez
5. No hablar por miedo a sentir vergüenza
6. Vivir situaciones cotidianas como si fuesen situaciones estresantes y/o situaciones que provoquen pánico
7. Evitar exponerse o hablar en público
8. Esperar que ocurran las peores situaciones al exponerse a escenarios sociales 

Específicamente en los niños, y sumado a las características antes mencionadas, pueden presentar:

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• Llanto
• Berrinches
• Negarse a hablar 

Diferencias entre la timidez y la ansiedad social

La diferencia con aquellas personas que presentan vergüenza o timidez de modo natural es que las personas con ansiedad social evitan situaciones en las cuales tengan que hablar con personas desconocidas (sea el ámbito escolar, el trabajo o cualquier otro círculo de reunión), no hacen contacto visual con otras personas ni son capaces de iniciar una conversación. Otros comportamientos típicos de la ansiedad social son:

• Evitan entrar en sitios donde el resto de las personas ya se encuentren sentadas (llegar tarde a un aula, por ejemplo)
• No pueden devolver objetos que han sido prestados (por ejemplo devolver un libro a una biblioteca)
• No utilizan sanitarios públicos
• No asisten a restaurantes por miedo a ser observados mientras comen 

Ansiedad social, causas

Debido a que se trata de un trastorno de la personalidad, éste es un tipo de enfermedad que combina factores ambientales con factores biológicos. 

• Rasgos de tipo hereditario. Generalmente se afirma que el trastorno de ansiedad social es un rasgo con un fuerte componente hereditario. No obstante, no se puede comprobar hasta dónde dicho trastorno es afectado por cuestiones adquiridas (sociales y ambientales)
• Factores neurológicos. Existe una estructura en el cerebro denominada “núcleo amigdalino”. Aquellas personas con una exagerada actividad cerebral en esta zona, se cree que responden de manera exacerbada frente a situaciones de miedo, lo cual favorecería a la predisposición para contraer ansiedad social.
• Factores ambientales. El entorno influye en todo tipo de comportamiento. En el caso de existir cierta predisposición biológica y/o neurológica sumada a factores ambientales, es posible que el niño tenga un trastorno de ansiedad social. Esto es especialmente observado en niños con padres sobreprotectores. 

Complicaciones

En ciertos casos, un niño con ansiedad social podría sufrir algunas complicaciones si:

• El niño tiene baja autoestima
• Si su entorno actúa en relación a él de forma negativa, es decir inculcando en él valores desfavorables. Por ejemplo; “no sirves para hacer esto”, “no eres bueno en “X” cosa” o “no podrás hacerlo bien”.
• Habilidades sociales deficientes
• Posibles problemas de rendimiento escolar
• Alimentación defectuosa (exceso de carbohidratos o alimentos considerados poco nutritivos)
• A veces dicho trastorno se presenta asociado o desemboca en un trastorno depresivo 

¿Cómo detectar la ansiedad social en los niños? – 5 actividades para reconocer y actuar en casos de ansiedad social en niños

 Al tratarse de un trastorno o enfermedad mental, es difícil muchas veces poder detectar a tiempo cuando un niño padece de ansiedad social. Para poder detectarlo, existen algunas actividades que se pueden llevar a cabo tanto en el hogar como en el aula: 

1. Permite que el niño lleve un diario personal. Anotar cada una de las impresiones permite que el niño tome conciencia de lo que le está ocurriendo. Luego, resulta interesante que los niños compartan pequeñas experiencias o anécdotas que hayan anotado en el diario. De este modo, se puede tener acceso a sus propias impresiones respecto de diferentes vivencias.
2. Fomentar una alimentación favorable y baja en grasas saturadas. La alimentación modifica la química del cerebro y, en consecuencia, una alimentación saludable permite la oxigenación del mismo y del torrente sanguíneo. Por el contrario, una alimentación saturada en grasas, impide el correcto flujo de la sangre e impide la correcta oxigenación cardiovascular. Además, los alimentos saludables, en sumatoria con ejercicio moderado, permiten la liberación de hormonas como la endorfina, serotonina y dopamina (también llamadas hormonas de la felicidad), evitando así la posible depresión.
3. Promover la actividad física. Esto tiene relación con la liberación de las hormonas arriba mencionadas.
4. Establecer metas en la vida de los niños. Sean metas personales, sociales, a corto o a largo plazo, plantear objetivos beneficia y organiza la vida de los niños permitiendo lograr pequeños o grandes avances y mejoras en sus propias vidas.
5. Hablar con una psicopedagoga o psicólogo infantil si se sospecha de ansiedad social. Esto evitaría posibles complicaciones como la depresión.