EL REFUERZO POSITIVO HACIA NUESTROS HIJOS
Son muchas las preguntas que como padres nos hacemos sobre la educación de nuestros hijos, y si bien existe una confianza depositada en el sistema educativo y en las horas que en él pasan recibiendo una educación planificada y con objetivos claros, los padres no dejan de preguntarse sobre las formas y los contenidos que deben utilizar para ir educando a sus hijos en la vida cotidiana.
Nuestros hijos deben conocer tanto las asignaturas y sus contenidos, pero también aprender otros conocimientos relacionados con valores y comportamientos, y aprender a gestionar sus emociones y sentimientos, ya que todo esto les permitirá en un futuro poder desenvolverse como personas íntegras.
Una estrategia que puede resultar muy adecuada en diversas situaciones es el denominado Refuerzo Positivo, estrategia que ponen en marcha los educadores en las aulas y que puede ser útil en ocasiones para que los padres y madres utilicen en casa.
Refuerzo Positivo
El refuerzo positivo se trata de un concepto que proviene de la Psicología y que consiste básicamente en proporcionarle al niño o niña un estímulo inmediato y agradable, positivo, cuando ellos se comporten o emitan respuestas adecuadas frente a diversas circunstancias, logrando así que las repitan poco a poco.
Tipos de refuerzo positivo
Existen distintos tipos de refuerzos positivos
- Materiales, es decir, consecuencias tangibles a los comportamientos, como regalos.
- Refuerzos sociales, que son todas aquellas manifestaciones positivas tanto verbales, adular, felicitar, agradecer o mostrar admiración, como no verbales, que hacen referencia a expresiones de cariño como un abrazo o una caricia.
- Existen incluso refuerzos positivos escritos, como puede serlo una carta, un mensaje o una cartilla dónde apuntar puntos por cada comportamiento bueno, y por lo tanto digno de recompensa.
Ejemplos de refuerzos positivos
Imagínese estas situaciones:
- En el caso de niños y niñas más pequeñas cuando se esfuerzan, por ejemplo, por comer intentando utilizar de la forma más adecuada posible la cuchara. Este puede tratarse de un buen momento para reforzar esa conducta, mediante en un aplauso y un enorme beso que festeje y anime a que esa situación vuelva a repetirse. Se utiliza entonces como refuerzo positivo, y como recompensa a su esfuerzo, el permitirles que elijan su postre, el sabor de su yogurth o su fruta preferida.
- En el caso de niños más mayores, y para conseguir que poco a poco se acostumbren a desarrollar algunas rutinas, es una buena opción acordar con ellos previa y clara explicación que si ordenan y guardan sus juguetes luego de una buena jornada de diversión podrán conseguir una sorpresa al final de la semana. Esta estrategia puede ser útil tanto para los maestros y maestras como para los papás y mamás, y se trata de invitarlos a marcar con un círculo de color rojo cada jornada de orden conseguida en un calendario semanal confeccionado para este fin.
El propósito es conseguir que ellos sean constantes en sus tareas diarias reconociendo que esto los conducirá a la obtención de un regalo al final de la semana, ese helado que les gusta, la peli de dibujos preferida, un paseo en el parque, o un nuevo libro de cuentos.
Una estrategia de refuerzo positivo sobre las conductas adecuadas puede incluso ser útil en hijos e hijas más mayores, adolescentes. Ya que posibilita llegar a acuerdos tales como permisos para salidas con los amigos a cambio del cumplimiento de determinados horarios de llegada. O incluso esa chaqueta chula por navidades o el pago del pasaje para el viaje de fin de curso, siempre y cuando no abandonen la práctica de un instrumento o un deporte.
El objetivo final del uso de una estrategia como el refuerzo positivo consiste precisamente en ir logrando que en el caso de nuestros hijos e hijas más pequeñas aprendan poco a poco a actuar con cierto orden y regularidad, desarrollando rutinas que les permitan interiorizar hábitos que son fundamentales en la etapa de infantil para lograr autonomía y confianza en sí mismos. Y en el caso de nuestros hijos e hijas un poco más mayores, que poco a poco vayan madurando y valorando que todo esfuerzo tiene su recompensa y que cuando uno se esmera obtiene un reconocimiento.
