CLAVES PARA SER UN PROFESOR QUE EMPATIZA CON SUS ALUMNOS
Cuando un profesor se enfrenta a una clase y tiene que lograr que sus alumnos aprendan puede resultar complicado, pero también puede convertirse en una experiencia muy enriquecedora para todos.
Todo depende, en cierto modo, de la actitud del docente, ya no de sus conocimientos, sino de sus destrezas para llegar a sus alumnos y hacerles aprender. De su habilidad para favorecer los aprendizajes. No existe una fórmula mágica, aun usando los mejores, materiales y métodos, aun poniendo todo nuestro entusiasmo.
El docente trabaja con personas, con varias personas, cada una diferente, cada una con sus días, con sus características e intereses, es por ello que la empatía es básica para la labor del profesor.
Un profesor que empatiza es un profesos que enseña, que puede enseñar, porque es capaz de entender a sus alumnos de verdad.
¿Por qué la empatía es importante para enseñar?
La empatía es la capacidad de ponernos en el lugar del otro, de ser capaces de ponernos en sus zapatos y entender lo que piensa y comprender lo que siente, aunque no lo compartamos.
El docente, se enfrenta cada día una clase llena de niños, cada uno con sus características especiales, con sus intereses, habilidades, destrezas y estilos de aprendizaje.
Para favorecer el aprendizaje de los alumnos es importante llegar a ellos, a cada uno de ellos, comprenderlos en el momento presente, aquí y ahora. ¿Qué es lo que necesita cada uno? ¿Qué es lo que le motiva a cada uno? ¿Qué es lo que le preocupa y no le deja aprender? ¿Cómo aprende cada uno de ellos?
El profesor que empatiza con sus alumnos, es un profesor que puede enseñar, que puede llegar a ellos, que puede potenciar sus aprendizajes.
Claves para ser un profesor que empatiza con sus alumnos
- Recuerda que aunque tengamos planeada la clase y las actividades que vamos a hacer, puede que tengamos que cambiar nuestro plan porque los alumnos tengan otras necesidades ese día.
- Aprende a descubrir cómo es cada uno de tus alumnos. Si los conoces será más fácil ponerte en su lugar, no des por hecho las causas de sus comportamientos. Conócelos y busca el porqué. Para ello habla con ellos, escúchalos, y obsérvalos en diferentes situaciones.
- En lugar de procurar que ellos se adapten a tu manera de enseñar, adáptate a su manera de aprender. Recuerda que no todos aprenden de la misma manera, que no pueden aprender igual y que por lo tanto debemos ponernos en el lugar de cada uno de ellos y adaptar el contenido a su forma de pensar y aprender.
- Ten en cuenta sus necesidades y opiniones. No se trata de evitar presiones, sino de aprender a hacerlo. Por ejemplo, no podemos pedir a un niño con problemas de vista que vea la pizarra desde lejos con gafas, pero en cambio si podremos pedirle que nos escuche.
- Al comenzar tus clases, dedica un tiempo para el dialogo, al igual que ocurre en otras etapas como en infantil, pregunta qué tal están, mírales a los ojos, etc. cuéntales algo tuyo, de este modo podrás saber si algo les preocupa, si están enfermos, o cansados, si están enfadados, etc.
