¿CÓMO SE DEBE ELOGIAR A LOS NIÑOS?

Elogiar a los niños cuando estos realizan alguna actividad de forma correcta constituye uno de los pilares sólidos para la conformación de la autoestima del niño.

A su vez los elogios generan hábitos en los niños que le servirán para interactuar o relacionarse con otros niños de su misma edad, vínculo muy importante también para la elaboración de lazos de amistad.

Muchos padres y docentes reconocen el valor de los elogios. Sin embargo en pocos casos se aplica el elogio de la forma correcta.

¿Cómo se debe elogiar a los niños?

1. Ser claros en el elogio. Por ejemplo: es mejor decir “estoy feliz porque hoy no has saltado por toda la casa” a decir que “estoy alegre porque hoy te has portado bien”. La primera afirmación es un elogio contundente y claro. En el primer caso el niño sabe qué es lo que ha hecho bien. En el segundo ejemplo esto queda desdibujado y confunde al niño.

2. Los elogios deben ser por hechos inmediatos. Los niños suelen no olvidar ni el más mínimo de los detalles. Sin embargo a la hora de elogiarlos es importante reforzar su autoestima en el momento inmediato posterior que haya realizado la acción adecuada.

3. Los elogios deben ser apropiados en intensidad y emociones. A menudo algunos padres suelen expresar los elogios pero la aprobación de los mismos no es acompañada por un sentimiento de entusiasmo y amor. Por el contrario realizan el elogio como si se tratase de un trámite.

Es importante que los niños sientan que el elogio acompaña no sólo la palabra sino también la actitud del adulto.

4. Los elogios verdaderos no están acompañados de sarcasmo. Quizás como padres o docentes a veces estemos tentados a decir “que bien que has hecho la tarea hoy. Quizás podrías hacerla de ese modo todos los días”. Esto sólo socava la seguridad del niño y lo perjudica notablemente.

¿Cuáles son las conductas que debemos elogiar y cuáles no?

1. Sin límites a los elogios. Cuanto más elogies al niño, mayor nivel de autoestima tendrá. Por tanto es importante que elogiemos incluso los pequeños detalles que hacen de forma cotidiana.

2. Generar hábitos de buen comportamiento mediante los elogios. Debemos elogiarlos cuando ellos cumplen con las reglas (no hablar con la boca llena, no conversar sobre la palabra de un compañero o de su hermano, respetar a los demás, etc). Por más que estas sean actitudes que deben tener siempre, es importante reforzarlas cuando las hagan para generar el hábito y ya no se olviden.

3. Hacer foco en las cosas positivas y no solo en las negativas. A menudos nos pasa que como adultos nos enfocamos o vemos solo aquello negativo que el niño ha hecho. Pero pasamos desapercibidos todos los momentos en que el niño se ha portado bien.

En el caso específico de niños con problemas de comportamiento, es importante utilizar esta estrategia para ayudarlos a generar una autoestima elevada y que luego puedan expresar lo que realmente los aqueja.

No olvides que un niño problemático será el que tal vez más necesite aprobación y elogios por parte de los adultos.