EL SOBREPESO Y LA OBESIDAD INFANTIL
Un problema que se ha incrementado notablemente en las últimas décadas son los problemas de obesidad en niños. Hace varias décadas atrás esta era solo una problemática que afectaba a los adultos ya que no estaba mal visto que los niños “tuvieran sobrepeso” puesto que se consideraba que esto, era un signo de salud infantil. Por el contrario, en la actualidad la obesidad o el sobrepeso en niños no es sinónimo de alimentación saludable y salud.
Causas de la obesidad infantil
Existen varios factores que podrían dar respuesta a esta pregunta y, si bien cada metabolismo es diferente a otros, es notable que la obesidad se haya incrementado arduamente en los últimos años:
- Lo que nos informa la OMS
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) los niños entre 0 y 5 años que tienen obesidad ha aumentado de 32 millones en el año 1996 a 41 millones en el 2016. Siguiendo esta progresión, los datos de obesidad en esta población podrían proyectarse para el 2025 en 70 millones a nivel mundial según las cifras oficiales de OMS.
Viendo las cifras alarmantes es preciso ahondar la obesidad infantil, conocer más sobre los factores que producen obesidad y cómo evitarla.
Factores que inciden en la obesidad infantil
- La falta de control de sus padres
Actualmente y debido a las actividades que los adultos realizan (trabajar durante jornadas de trabajo extensas e incluso en muchas ocasiones presencia de dos trabajos por cada progenitor) es frecuente que, durante las horas del almuerzo y/o cena (cuando no también se suma el desayuno) los niños coman sin compañía de los adultos.
- El factor genético
Con frecuencia (y a modo de excusa encubierta) muchas personas creen que la obesidad de los niños es producto de la genética (huesos grandes) de sus padres. Si bien es cierto que los genes influyen en la fijación de los nutrientes o no del organismo del niño, no son determinantes ni es prudente pensar en ello como algo positivo para los niños ya que, la obesidad (siguiendo el índice de masa corporal) debe darnos un rango aproximado de peso ideal para los niños.
- Sedentarismo
Con las nuevas tecnologías, atractivas por demás para los niños, es más sencillo que un niño pase gran cantidad de horas frente a una Tablet, a un celular o a un ordenador, antes que ir a la plaza a jugar con sus amigos. Este sedentarismo implica que su organismo acumula mayor cantidad de grasa, favoreciendo la inactividad de sus músculos y aumentando su peso.
- Desconocimiento sobre los nutrientes que un niño necesita
La mayoría de los padres que no almuerzan, cenan y hasta no desayunan con sus hijos brindan el dinero suficiente para que sean ellos quienes se acerquen a comprar sus propios alimentos. Ante la falta de concienciación respecto de los nutrientes que ellos mismos necesitan para su crecimiento, los niños escogen (lógicamente desde su perspectiva) alimentos sabrosos, pero no nutritivos. Los alimentos sabrosos contienen grandes cantidades de grasa y sal, lo que colabora en incrementar su obesidad pero, además, puede traer otros problemas.
Consecuencias de obesidad en niños
Existen tres grandes ejes de consecuencias de la obesidad infantil:
- El eje social. Los niños son muy crueles cuando están en presencia de otro niño que es obeso. Suelen, por ejemplo, tildar a un niño obeso como “gordo” haciendo que este apodo le acompañe durante toda su vida, incluso si luego pierde ese exceso de peso. Esto se liga directamente con una baja autoestima que puede acompañar al niño durante toda su infancia y hasta toda su vida.
- El eje de la salud física. La obesidad puede producir desde falta de calcificación, problemas en las articulaciones, exceso de colesterol, problemas coronarios (obstrucción de las vías coronarias pudiendo manifestar infartos o pre-infartos), problemas de la piel (problemas cutáneos por el exceso de grasa que obstruye los poros de la piel produciendo acné), diabetes, alteraciones en el sueño (consecuencia de una alimentación escasa en nutrientes), problemas en el ciclo menstrual irregular en las niñas al ingresar en la etapa de la adolescencia, entre otras consecuencias físicas.
- El eje psicológico y/o emocional. Las personas con obesidad infantil no solamente crecen teniendo una percepción errónea de sus cuerpos, sino también del cuerpo de los demás. Es bastante común que niñas y niños que han presentado obesidad o sobrepeso al llegar a la vida adulta, generen enfermedades como la bulimia o anorexia (aunque ambas patologías son más profundas y no las ahondaremos en esta ocasión).
Por otra parte, y dependiendo de la personalidad del niño, la obesidad infantil puede hacer que el niño “se estanque” como un niño obeso y acepte pasivamente su destino (como si éste fue el único que le espera), afectando su evolución personal y golpeando fuertemente su personalidad en formación.
¿Cómo evitar el sobrepeso en los niños?
Los padres juegan un papel fundamental a la hora de evitar la obesidad en sus hijos. Hay una serie de consejos y tips para fomentar un estilo de vida saludable y que de esta manera los niños crezcan fuertes y sanos.
Alimentación saludable
Los más pequeños deben llevar una dieta sana y equilibrada. Lo ideal es que tomen al menos una o dos raciones diarias de fruta o verdura. El pescado también es muy beneficioso para su salud; tres o cuatro raciones por semana está muy bien. Y, en cuanto a las legumbres, la cantidad idónea son tres raciones semanales.
La comida más importante del día para los niños es el desayuno, el cual debe cubrir el 25% de sus necesidades nutritivas diarias; debe incluir un lácteo, cereales y fruta.
No sólo es importante lo que se come, sino también cómo se hace. Es muy recomendable que al menos una de las comidas diarias se haga en familia y con la televisión apagada; aprovechar ese momento para hablar sobre qué tal ha ido el día y disfrutar del tiempo juntos. Además, es una oportunidad fantástica para inculcar hábitos de vida saludables en los más pequeños.
Las golosinas les encantan a los niños, aunque no son nada saludables; tienen un alto contenido en azúcar y aportan muy pocos nutrientes. Un buen consejo es fijar un día por semana en el que puedan disfrutar de las golosinas, preferiblemente el sábado o el domingo.
Deporte
Por supuesto, también es importante que los niños practiquen deporte con cierta frecuencia para evitar que su peso corporal aumente en exceso. Una muy buena opción es apostar por los deportes colectivos; de esta manera, desarrollan además sus habilidades sociales. Lo ideal es que los niños realicen al menos 60 minutos de actividad física moderada por semana.
Además, se pueden aprovechar los fines de semana para hacer actividades en familia, como por ejemplo una ruta de senderismo. A los niños les encanta estar en contacto con la naturaleza.
Predicar con el ejemplo
No hay que olvidar que los niños son como “esponjas”; su entorno influye de manera notable en su desarrollo. Por lo tanto, de nada sirve repetir una y mil veces a los más pequeños que deben comer de forma adecuada y practicar deporte, si los padres llevan un estilo de vida nada saludable.
La obesidad infantil es un problema de actualidad que hay que tratar de evitar por todos los medios. Hay que tener en cuenta que un peso excesivo tiene consecuencias muy negativas en la salud de los más pequeños, algunas de las cuales pueden prolongarse incluso hasta su vida adulta.