PAUTAS PARA EDUCAR NIÑOS PROACTIVOS
La proactividad es la capacidad de poder escoger aquello que queremos como consecuencia de nuestra intervención asertiva frente a los diferentes desafíos de la vida diaria. Educar a niños proactivos supone grandes beneficios y ventajas para su desarrollo psíquico.
¿Cómo educar niños para que sean proactivos? – 7 pautas para educar niños proactivos
- Fomentar la formación del hábito proactivo. Aunque formar un hábito lleva mucho tiempo y esfuerzo, es indispensable que un niño posea la iniciativa de la proactividad para que, frente a las situaciones adversas de la vida, él pueda tomar decisiones acertadas.
- Ser ejemplo de proactividad. Un niño proactivo puede haber crecido en un entorno familiar proactivo. Esto implicará que él tiene (de algún modo) incorporado el hábito de la proactividad. Esto se logra cuando uno de los padres (o ambos) son proactivos. En caso de que los padres no tengan adquirido el hábito de la proactividad, es posible ejercitarlo junto a los niños. De este modo, el ejemplo servirá para reforzar aquello que se les está pidiendo que hagan.
- Establece una meta u objetivo claro. Esto quiere decir, pensar “¿Hacia dónde quiero ir?”. Puede ser un objetivo a corto, mediano o largo plazo. Por ejemplo, un objetivo para un niño podría ser: deseo entrar en el equipo de fútbol del vecindario.
- Enséñales a tomar la iniciativa. Esto no quiere decir que el niño deba ser agresivo, molesto o insistente. Por el contrario, la iniciativa implica el reconocimiento de las responsabilidades que ayudarán a que las cosas sucedan a su favor. Es decir, a alcanzar nuestras metas u objetivos.
- El lenguaje de un niño proactivo versus el lenguaje de un niño reactivo.El lenguaje de un niño reactivo será el siguiente:
- No puedo hacer esto, no soy capaz
- Tú eres mejo para eso que yo
- Yo no puedo
- Soy muy tonto para esto
- Debo hacer esto
En cambio, el lenguaje de un niño proactivo será el siguiente:
- Evaluaré mis alternativas
- Yo elijo esto
- Puedo hacerlo
- Lo intentaré
- Me esforzaré
- Haz que el niño se enfoque en “ser” más que en “tener”. Es frecuente que, en un mundo de elevado consumo como el nuestro, eduquemos a los niños para que “tengan cosas”. Esto lo hacemos los adultos hasta de un modo instintivo puesto que también hemos sido criados en este contexto. Sin embargo, estopuede colaboran a que ellos se conviertan en adultos frustrados por aquello que anhelan, pero no tienen o alcanzan. El enfoque en el “ser” permite que el niño despliegue todo su potencial, les conecta con aquella creatividad característica de los niños y les permite hallar su verdadero talento. Por ejemplo, podremos enfocarnos en trasmitirles el interés por ser:
- Mejor compañero
- Mejor prójimo
- Mejor hijo
- Mejor vecino
- Ser más cariñoso con sus hermanos
- Ayúdales a pensar en las consecuencias (positivas o negativas) de sus actos. Toda acción tiene una reacción. A veces esta puede ser beneficiosa y otras puede ser perjudicial para nosotros. Si podemos ayudarles a los niños a prever ambas consecuencias, les ayudaremos a que sean niños con un mayor grado de proactividad. Por ejemplo:
“Si no regresas a horario, papá se enojará. Eso podría hacer que él no te permita ir al cumpleaños de tu amigo pasado mañana”
“Si no dices la verdad, no podré volver a confiar en tu palabra”
“Si no haces tus deberes, no irás a la piscina de Clara más tarde”