TRUCOS PARA MEJORAR LA COMUNICACIÓN CON LOS HIJOS

Comunicación: A menudo, en nuestros trabajos nos dan cursos sobre habilidades de comunicación, para mejorar las relaciones con nuestros empleados, compañeros, clientes, proveedores… Pensemos que si nuestras empresas invierten parte de sus presupuestos en la formación sobre estos temas…seguro que son importantes.

Y ahora sigamos pensando… ¿cuidamos la comunicación en casa? ¿estamos tan enfrascados en nuestro día a día, en nuestras preocupaciones, poco tiempo, que los niños recojan o hagan los deberes… que no vemos más allá? ¿pensamos que nuestros hijos aún son demasiado pequeños para esto de la comunicación?

Si estas preguntas te han hecho pararte y reflexionar, te invito a que veas a continuación una serie de pautas que pueden servir para mejorar la comunicación en casa, y con ello, la convivencia, las relaciones, y por supuesto, servirá como ejemplo para tus hijos:  será más fácil que puedan adquirir también ellos esas habilidades de comunicación tan importantes que necesitarán a lo largo de sus vida, infantil, adolescente y adulta:

• Saber escuchar y hacer que se sientan escuchados. Se escucha poco y se critica mucho. Fomentar la escucha activa. Si se sienten escuchados, es más probable que crezca sintiéndose valorado (autoestima).

• Respeta las opiniones de tus hijos, aunque sean pequeños. Fomenta así que vayan aprendiendo a establecer sus propios juicios de valor, a equivocarse, a cambiar de idea y de gustos… como hemos hecho todos.

• Evitar sermones y consejos continuos. A menudo, no buscamos el diálogo, si no dar lecciones. Los sermones no suelen ser efectivos. Conversemos, veamos qué intereses o motivaciones tienen los demás…

• Evitar reaccionar de forma impulsiva y visceral ante situaciones problemáticas, procurando guardar la tranquilidad. Si no es posible, hacer un TIEMPO FUERA, retomando la conversación más tarde.

• Tratar de utilizar preguntas impersonales (¿Qué ha pasado?) en lugar de ¿Qué has hecho?

• No hablar sólo de asuntos problemáticos (desorden, notas, etc.), fomentando sólo situaciones tensas.

• Mirarnos hacia el interior y reflexionar sobre lo que expresamos con nuestras miradas y gestos. La comunicación no verbal tiene tanta fuerza o más que lo que decimos. Si lo que expresa nuestra cara, gestos, etc. no acompaña a lo que decimos, son estos gestos lo que van a primar. Cuando tú dices “¿Qué ha pasado?” y lo acompañas con una mirada y un dedo acusador… es más demoledor aún que decir directamente ¿Qué has hecho?

• Establecer rutinas comunicativas mínimas diarias (saludos, dar los buenos días y buenas noches, informar de salidas y entradas, etc.). A veces la rutina y las prisas nos hace olvidarnos de estas normas de educación y muestras de cariño mínimas.

• Crear espacios que favorezcan la comunicación: comer o cenar juntos (sin distracciones) para compartir un espacio en familia

A todas estas pautas hay que añadirle que para que la comunicación sea plena y apropiada, debemos tener siempre que tener en cuenta la edad de nuestro hijo, ponernos a su nivel, físico y mental, entenderles y decirles cosas comprensibles, siempre buscando el momento apropiado.