Autismo, impacto en la familia y la escuela


El impacto del autismo en la familia y en la escuela es indiscutible por la afectación que tiene este trastorno generalizado del desarrollo en los niños que lo padecen. Un trastorno que afecta a niños físicamente sanos y aparentemente normales. Niños que se desarrollan correctamente durante los primeros meses de vida hasta que un día los padres se dan cuenta que algo no funciona como debería esperarse. El niño presenta poco interés hacia las personas, tiene dificultades en la adquisición del lenguaje expresivo y comprensivo, tiene dificultad en expresar sus emociones y manifiesta una gran dificultad frente a los cambios. Aquí empiezan las sospechas y el largo proceso hasta la confirmación del diagnóstico.
El autismo, un gran desconocido que transforma la familia
Aún siendo los primeros en darse cuenta que algo no funciona correctamente en el desarrollo de sus pequeños ningún padre quisiera recibir una noticia tan devastadora como el diagnóstico de autismo en uno de sus hijos.
Tras un largo periplo de especialista en especialista, y sabiendo que algo falla en el desarrollo del niño o niña, llega la hora de la temida confirmación que nadie quiere oir. Miedo, tristeza, confusión, rabia, desánimo e incredulidad acompañan los sentimientos de los padres que reciben esta noticia. Unos padres que no pueden evitar sentirse culpables o preguntarse qué han hecho mal. Sin embargo, de nada sirve buscar culpables porque nadie tiene la culpa.
El autismo es un trastorno neurobiológico que afecta gravemente el desarrollo del niño en las áreas de:
  1. la comunicación verbal y no verbal,
  2. la interacción social,
  3. el juego e imaginación, y
  4. la capacidad para enfrentarse a los cambios, ante los que puede reaccionar de forma catastrófica.
Tener un niño con autismo tiene un gran impacto en la familia, supone un reto importante para los padres, pero también para los hermanos del niño afectado quienes pueden sentir que quedan al margen. El diagnóstico de autismo afecta más allá del niño que lo padece, afecta a toda la familia como sistema, transformando las relaciones entre la pareja y entre padres e hijos. En muchas ocasiones las dificultades no se superan y son muchas las parejas las que acaban en separación. Pero cabe destacar que un buen asesoramiento y acompañamiento a lo largo de los primeros años es clave para que la familia permanezca unida y fuerte.
Buscar ayuda en las asociaciones de padres minimiza el estrés que puede suponer tener un niño con autismo. Asociaciones formadas por otros padres que estén pasando o hayan pasado esta misma situación junto a los que trabajan profesionales cualificados que brindan apoyo emocional, información y opciones de tratamiento. Un asesoramiento que reduce en gran medida el estrés familiar.
Se trata de un grave  trastorno del neurodesarrollo que, a día de hoy, no tiene cura aunque un diagnóstico e intervención precoz puede favorecer mucho su evolución.
El niño con autismo precisa de tratamientos concretos y específicos que llevan a a cabo especialistas experimentados que deciden y aplican las técnicas más adecuadas para ayudar al niño en la adquisición de nuevas habilidades que le permitan:
  1. comunicarse y expresar sus sentimientos,
  2. ampliar sus intereses y juegos,
  3. aprender a relacionarse,
  4. reducir comportamientos autolesivos.
La implicación de la familia en los programas de tratamiento es crucial, así como la coordinación entre lo que se hace en el centro de apoyo, en el hogar y en el ámbito educativo para intercambiar información y adoptar los mismos criterios de actuación. De este modo se consigue favorecer notablemente el tratamiento y el éxito del mismo.
Esta implicación supone un gran esfuerzo para la familia porque en muchos casos el tratamiento es largo y costoso. Pero el papel de los padres es esencial dentro y fuera de la familia por lo que deben poder confiar en los maestros y otros profesionales que tratan con sus hijos.
¿Escolarización ordinaria o especial? El impacto del autismo en la escolarización del niño
Pese a las grandes dificultades en el desarrollo cognitivo, social y emocional que presentan los niños con autismo todos ellos tienen capacidad para aprender y necesitan ir a la escuela con normalidad. Requieren tiempo, mucha paciencia y profesionales experimentados que conocen los mejores métodos para que aprendan.
Decidir donde escolarizarlo no es tarea fácil. El diagnóstico de autismo no es por sí solo determinante a la hora de decidir el tipo de escuela, ordinaria o especial, del niño afectado por este trastorno.Cada niño con autismo es diferente a otro, cada caso es único y especial, por lo que cada uno de ellos necesita una valoración específica y concreta para poder elegir la solución educativa más adecuada a él.
Pero en todo caso ir a la escuela es un desafío enorme para los niños con autismo porque los coloca fuera del entorno familiar donde deben relacionarse y comunicarse, dos de las áreas donde tienen grandes limitaciones. Se sabe que las personas con autismo aprenden un 90% por la via visual y un 10% por la vía auditiva, por eso uno de los puntos fuertes en la enseñanza son los apoyos visuales (fotos, dibujos, pictogramas,…) utilizados tanto en el tratamiento como en la escuela favorecen enormemente la capacidad de comunicación e interacción social de estos niños y por tanto su aprendizaje
La escolarización inclusiva, parece mejorar sus capacidades comunicativas, verbales y sociales, por lo que siempre que las circunstancias lo permitan se apuesta por este tipo de escolarización, al menos durante la etapa de educación infantl (0-6 años)

Entradas populares de este blog

ENSÉÑALE A TU HIJO A ATARSE LOS CORDONES DE LOS ZAPATOS

¿ Por qué se toca mi niño sus genitales ?

MI HIJO SE TOCA ...