El miedo a la oscuridad en niños, algo más normal de lo que crees
El miedo a la oscuridad es quizá uno de las principales causas del despertar de los niños en la noche y que puede convertirse en fobia cuando crecen.
No hay una misma única razón para que los niños tengan miedo a la oscuridad. Los niños generalmente se despiertan llorando o a gritos gritando porque creen haber visto monstruos en el clóset armario o que algo se metió debajo de la cama. Estos temores se van incrementando a medida que crece su imaginación, mientras más información recojan del ambiente que los rodea mayor la posibilidad de que eso lo puedan asociar a un episodio que puede causar temor.
Una cortina que agita se mueve con el viento, un peluche iluminado parcialmente o el sonido de un perro o un gato lejano son suficientes detonantes de una noche de pesadillas y mal dormir. Por fortuna, según los expertos, tenderá a desaparecer alrededor de los cinco años de vida.
Hay incluso episodios asociados al miedo a la oscuridad en el que los niños no suelen calmarse rápidamente y así aunque la habitación esté iluminada no logran conciliar de nuevo el sueño
Hay que estar alerta a las llamadas que los hijos hacen sobretodo antes de irse a la cama, una cobija manta extra, un peluche para abrazar o un vaso de agua pueden convertirse generalmente en excusas para tratar de ahuyentar el miedo a la oscuridad.
Por eso es importante no dejar pasar desapercibido su miedo a la oscuridad y mostrarse a gusto con poder ayudarles.
Consejos para ayudarle a enfrentar el miedo a la oscuridad
- Nunca se burle ni menosprecie el miedo a la oscuridad de sus pequeños, esto baja su autoestima y no ayuda en nada resolver el problema
- Hable con ellos y explíqueles que no hay razones para asustarse. Trate de identificar con él los sonidos que le causan temor para que sepa cuál es su origen
- Charle sobre un tema distinto para desviar su atención de lo que le está causando esa molestia
- Léale un cuento. Además de que disipa la ansiedad que causó el miedo a la oscuridad su hijo se formará con un buen hábito
- La leche caliente endulzada con miel de abejas es un remedio usado por muchos años por las abuelas, ensáyelo pruébelo, la bebida caliente los relaja
- Mantenga una lamparita de bajo consumo, ideal para minimizar las sombras fuertes, preferiblemente usada a manera de luz ambiental y no dirigida hacia la cama del niño
- Juegue con él antes de ir a la cama. Los niños en ocasiones lloran antes de ir a la cama porque no quieren perderse más de lo que están viviendo. Un juego en su propio cuarto ayuda a “gastar” un poco más de energía, los relaja y crea un ambiente de cercanía con usted.
- Felicítelo por sus logros, eso refuerza su autoestima y autocontrol
- Nunca lo regañe o lo encierre para que aprenda a no tener miedo a la oscuridad, la compañía en estos casos siempre será su mejor aliada.