Mejorar el mal comportamiento


La conducta que manifiestan nuestros hijos e hijas son fiel reflejo de nuestros comportamientos como adultos. Somos nosotros quienes nos convertimos en sus modelos imitando todo tipo de gestos, expresiones verbales u otras manifestaciones conductuales, ya sean éstas correctas e incorrectas.
Éste sin duda debe ser el primer objetivo que debemos formular si queremos mejorar su conducta para, a partir de ahí, adoptar cualquier estrategia.
Estos consejos generales para mejorar el mal comportamiento, son aplicables a cualquier niño o niña, independientemente de su edad, aunque cuanto menor sea ésta, mejor será la evolución y los objetivos que podrán obtenerse.
  • Definir clara y concretamente las normas. Si desde pequeños no le establecemos los límites, ni se define lo permisible e inadmisible, difícilmente podremos educarle en un modelo positivo de comportamiento.
  • Procurar órdenes breves e indicadas de una en una. Han de formularse en positivo y repetirlas un par de veces.
  • Otorgarle responsabilidades adecuadas a su edad. A modo de ejemplo podemos citar algunas de ellas acorde con cada tramo:
3-4 años: ayudar a poner y recoger la mesa
5-6 años: guardar sus juguetes
7-8 años: comprar pan, sacar la basura, hacer las tareas escolares
9-10 años: cuidar de sus hermanos menores, colaborar en arreglos de casa
11-12 años: poseen autonomía para hacer las tareas escolares, colaborar en la limpieza de casa
  • Evitar modificar los castigos tras ser anunciados pues con ello sólo lograremos que se salga con la suya.
  • Evitar desacuerdos sobre cómo educar (sobre quién recae la responsabilidad, tipo de sanción y premio) delante de los niños y niñas, ya que será aprovechado por ellos como momento de debilidad y tratarán de sacar provecho de la situación.
  • Procurar no delegar en el otro, asumiendo ambos la responsabilidad de educar. Evitar comentarios del tipo: “se lo diré cuando venga tu padre” pues con esa simple expresión nos hemos desautorizados solos.
  • Ayudarle a identificar sus emociones. Su mal comportamiento suele ir acompañado de emociones negativas: rabia, tristeza, furia, etc y el primer paso para abordar el problema es identificar dicho sentimiento y ayudarle a superarlo.
  • Informarle de los progresos que va consiguiendo con su buen comportamiento, pues alabar su buena conducta es importante como estrategia de extinción de los comportamientos inadecuados.

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