¿Qué hacer cuando el niño no quiere ir al baño?
Ir al baño solo y ser capaz de hacer pis o caca sin necesidad de pañal es un gran logro para todos los niños y niñas. Sin embargo el momento de dejar el pañal puede ser algo más complicado de lo que parece, y a veces aun habiendo dejado el pañal aparecen complicaciones. En algunas ocasiones el niño/a no quiere ir al baño, lo que puede suponer un dilema para las familias.
El control de esfínteres
Para que el niño/a empiece a ir al baño solito y dejar el pañal es necesario que adquiera el control de esfínteres. Los esfínteres son las válvulas que permiten o impiden la expulsión de las heces y el pis. Para que el niño/a deje el pañal se hace necesaria una maduración biológica y psicomotora que permita el control voluntario de estas válvulas. Es importante no forzar al niño/a en el proceso ya que si no ha alcanzado la madurez biológica que se necesita es normal que sus intentos por controlar voluntariamente sus defecaciones y micciones resulte inútiles.
Si presionamos al niño/a antes de tiempo podemos crear una tensión y un malestar que sea contradictorio para el proceso.
Una vez adquirido el control de esfínteres ¿por qué no quiere ir al baño?
En algunas ocasiones los niños/as que han adquirido el control de esfínteres no quieren ir al baño, el momento de hacer caca se convierte en un conflicto para toda la familia y es una importante fuente de tensión. ¿Por qué algunos niños/as no quieren ir al baño?
- El control de esfínteres y con ello el control voluntario de las deposiciones voluntarias es un proceso y por lo tanto es gradual. Es decir no es cuestión de todo o nada, sino de un proceso que consiste en acercamientos progresivos. Es normal que aparezcan ciertos conflictos a lo largo del proceso.
- Cuando el niño/a no quiere ir al baño puede ser por diferentes causas:
- Se resiste a cambiar de hábitos y quiere aferrarse a la etapa del pañal.
- Le da miedo ir al baño solo.
- Esta entretenido con otra cosa y no quiere dejar su entretenimiento para ir al baño,
- Etc….
- La resistencia a enfrentarse a la taza del wáter, suele comenzar por alguna de estas razones, y luego da paso a una rotunda oposición. Esto ocurre porque tras sucesivas resistencias suele generarse estreñimiento, tensión familiar y con ello dolor a la hora de defecar, por ello puede llegar a convertirse en una situación adversa, e incluso algo traumática para el niño/a.
¿Qué hacer cuando el niño/a no quiere ir al baño?
Veamos algunos consejos que podemos seguir cuando el niño/a no quiere ir al baño:
- Trata el tema con naturalidad y evita conflictos.
- Ayúdale a perder miedo al momento de ir al wáter, para ello ten mucha paciencia, acompaña al niño, deja que vea como tú también vas y cómo es lo normal.
- Trata de establecer la rutina. Para ello propón algún horario para sentarse en el wáter, sin presionar, no le obligues a hacer sus necesidades, pero si imponle una rutina que consista en estar sentado en el wáter 2 o 3 minutos.
- Acompáñale cuando este sentado en el wáter y trata de entretenerle con alguna cosa.